Ya lo tienes todo,
nada he dejado a resguardo…
He quedado expuesta
y desnuda…
No dudes más…
Entrégate en los tules
de esta noche,
entre sombras y las esquinas muertas de la luna,
Dale fulgor, con tu mirada, a mis estrellas,
derrámate sobre la miel
de mis quimeras.
Sé mi verdugo
por estas horas,
mantén en alto tu espada, doblegada ante ti
seré la dócil presa
de tus instintos más oscuros…
Decídete…
Estoy dispuesta
para cuando des el paso…
Es infinitamente mejor no tener que cerrar
los ojos para poder soñarlo.
La realidad siempre es mejor que el mejor
de los sueños.
Tu última expresión me gusta por lo que
quiere expresar.
Mi mejor sonrisa para ti
Bellísimo; estos versos increíbles:
entre sombras y las esquinas muertas de la luna,
Dale fulgor, con tu mirada, a mis estrellas,
derrámate sobre la miel
de mis quimeras.
Abrazo
Es infinitamente mejor no tener que cerrar
los ojos para poder soñarlo.
La realidad siempre es mejor que el mejor
de los sueños.
Tu última expresión me gusta por lo que
quiere expresar.
Mi mejor sonrisa para ti
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Muchas gracias, Isidoro.
Un abrazo para ti
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Apasionada y clara exigencia : “Decídete”, no invitante, si imperativo.
Hermoso en el mandato.
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Muchas gracias por tu comentario y es agradable saber que te ha gustado.
Buen día.
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Cuanta sutileza para describir tanta pasión.
Caigo rendido ante la belleza de tu poesía.
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Eres muy amable, Alejandro.
Muchas gracias.
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Bellísimo; estos versos increíbles:
entre sombras y las esquinas muertas de la luna,
Dale fulgor, con tu mirada, a mis estrellas,
derrámate sobre la miel
de mis quimeras.
Abrazo
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Muchas gracias, Ramón.
Un abrazo.
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Que sea el verdugo, entonces, y que mate a la rea con su pasión, pero dándole solo amor 😉
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Jajajaja, sería lo ideal, Luis.
Gracias por provocar mi risa y por tu presencia.
Feliz jueves.
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