Amor prohibido

Atrapada entre el sutil espacio que se da entre mis sentidos y los suyos es que me deslizo descalza y desnuda… Sintiendo en cada milímetro de mí la urgencia de sus latidos, de sus suspiros profundos y melodiosos que se adhieran perfectos a los míos, sin dar tregua a la premura de sentir su exquisita presencia en todo lo que ya es suyo, en lo que reencuentra en cada mirar, en cada palabra, en cada idea de reunirnos en la clandestinidad de una tarde, en los amaneceres, o en el improvisado cruce de miradas que se nos da en la imagen fría de una simple vista…
Y me estremezco al recordarle e imperiosamente lo dibujo en el espejo y le miro y lo abrazo con la intensidad que da este amor intenso, que se arraigó en las células de este cuerpo y más aún en cada sentir de esta alma que deambula noctámbula y perdida por la necesidad profunda de beber su esencia en un beso…
Así es el amor prohibido para otros, pero para mí, es el amor profundo y misterioso que da vida a mis insensatos y delirantes sentimientos.
¿A caso no es el amor un sentimiento sin explicación?
Vamos a vivirlo sin una pizca de remordimiento.

Viviana Lizana Urbina